Durante 7 horas, fuimos flipando. Y aquello no era nada! Los paisajes desde Oslo hasta la capital de los Fiordos, Bergen, son una pasada. Desde los bosques de pinos, abetos, pasando por los lagos enormes, riachuelos y pequeñas cascadas, hasta llegar a montañas escarpadas con nieve! Al contrario de nuestras emociones, la temperatura fue poco a poco desdendiendo y el cielo se tiñó de un gris fresco.
Bergen es una ciudad turística, pero muy bonita. El albergue estaba justo en el centro, así que cenamos y nos fuimos a dar una vuelta! Por cierto, si tenéis menos de 20 años, no soñéis con entrar en ningún garito, a no ser que déis con el portero del Sjoboden, un garito recomendable donde los viernes tocan grupos estilo country, y se tire al rollo!
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