Oslo: 22 agosto. El Edén del Norte?

Llegamos a la capi noruega después de 10 horas de tren-cama (qué delicia comparado con los asientos!!!). Recorrimos el Akershus Slott, vimos El Grito de Munch (¿será de verdad el verdadero?), disfrutamos de los céspedes por doquier (sobre todo cerca del Palacio Real) y, contra todo pronóstico y esperanzas (la recepcionista de un hotel nos dijo que nos fuéramos a 10 km de Oslo porque todo estaba fully booked - creo que han sido las dos palabras que más hemos escuchado estos 10 días, by the way-), reservamos plaza en un albergue muy majete. No a 10, pero sí a 8 km del centro!

Y era tal el calor que hacía en las costas del Mar del Norte, que nos encasquetamos los bikinis, agarramos (que no cogimos) el bus 30 y nos plantificamos en Bydoy, península de Oslo, en el Oslofiorden! Y cual no sería nuestra sorpresa al descubrir que no sólo la isla de Langøyene es nudista, sino también la playa de Nuk, donde estábamos nosotras!!!! Jajajaja!


Bueno, no pasa ná, como hacía calor, pues ea, a imitar a los norueguillos (que tampoco tienen desperdicio, niñas. Apunte al lado!) Ah, las fotos, como q no las pongo... no vaya a ser que alguno de los que salen me denuncie, jijijiji!


En fin... a parte de todo eso, Oslo rebosa ambiente cosmopolita y juvenil. Tal vez esa fuera mi impresión al estar todo el centro atestado de estudiantes celebrando el comienzo del curso universitario. Sorprende lo accesible que desde ella está el bosque y es evidente que por aqui el nivel adquisitivo de la gente anda por las nubes!