Aqui estamos en pleno corazón de Copenhague, que nos sorprendió por su accesibilidad (gracias a las bicis gratis!! qué gran idea! Aunque para pillar, bien te levantas a las 5am, bien matas a alguno que ya haya pillado una), sus sabrosos panes, sus placitas, canales y edificios con historia. Resaltar, por supuesto (para alegría de nosotras las féminas) lo good looking que están los danesitos. Buena ciudad para irse de Erasmus (y no solo por esto ultimo, mal pensa@s!).
A pesar de que digan que Copenhague se ve en un día, creo que merece más que eso. Visitamos el Roseborg Slot, castillo de estilo holandés que alberga en sus aposentos la joyas de la Corona danesa, la Rundetarn o torre redonda desde la cual se puede ver todo el casco antiguo y nos hicimos la típica foto china con La Sirenita. Todo el paseo marítimo merece una visita, incluido el Palacio de Amalienborg y la fuente de Gefion.
Por la tarde, visitamos la ciudad libre de Cristiania, de lo que, por desgracia, queda más que nada el nombre... y para darse un capricho (y recargar las duracell), nada mejor que un super pastel en la Lagkagehuset, una de las mejores panaderías de la ciudad, en pleno centro de Cristiania.
Copenhague es una ciudad preciosa y llena de vida, joven, multicultural y con muchas opciones de ocio. Además, muchos museos son gratis y tiene una red de transporte internacional estupenda, pues toca con Alemania, comunica con Suecia y hay ferries a Noruega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario